mi vida sin linkedin

Mi vida sin usar LinkedIn

No solo LinkedIn

Recuerdo cuando creé mi perfil en LinkedIn por primera vez. Era la plataforma de referencia para conectar con reclutadores, mostrar experiencia y establecer una presencia profesional en línea. Pasé horas perfeccionando cada detalle, agregando certificaciones, puliendo mi foto de perfil, optimizando cada palabra clave. Sin embargo, con el tiempo me di cuenta de algo: a pesar de los esfuerzos, las oportunidades no llegaban con la frecuencia que esperaba.

No era el único que lo experimentaba. En América Latina, LinkedIn cuenta con más de 120 millones de usuarios, pero solo el 35% de los reclutadores en países como Argentina, México y Colombia confían en la plataforma como su única fuente de contratación, según PageGroup. La realidad es que, a pesar de su utilidad, LinkedIn no es suficiente. Miles de perfiles compiten por atención bajo un mismo formato, con algoritmos que priorizan la actividad constante y conexiones estratégicas. Si no publicaba contenido con frecuencia o interactuaba a diario, mi perfil quedaba relegado al olvido.

Por qué necesito una página web para destacar en el mercado laboral

Fue entonces cuando decidí construir algo propio: una página web. No un simple portafolio, sino un espacio que realmente reflejara quién soy y lo que puedo ofrecer. Según Workana, los profesionales con un sitio web personal incrementan un 60% sus probabilidades de ser contactados por empleadores. No es casualidad: una web me da el control absoluto sobre mi imagen profesional. Aquí no dependo de los cambios de algoritmo ni de tendencias momentáneas. Puedo contar mi historia, mostrar mis logros sin restricciones y optimizar mi contenido para que los reclutadores me encuentren en Google antes que a cualquier otro candidato.

Descubrí que tener una página web no solo mejoró mi visibilidad, sino que también fortaleció mi marca personal. Mientras LinkedIn obliga a encajar en un molde estructurado, una web permite que mi perfil sea único. Al integrar un blog con artículos relevantes para mi sector, pude demostrar conocimiento de manera activa y generar confianza en potenciales clientes y empleadores. En un mercado laboral saturado, la diferenciación lo es todo.

Hoy, LinkedIn sigue siendo parte de mi estrategia, pero ya no es mi única carta de presentación. Lo uso para establecer conexiones, pero mi verdadera carta de presentación es mi sitio web. Allí muestro mi trabajo sin limitaciones y me aseguro de que cualquier búsqueda de mi nombre en internet conduzca directamente a mi contenido. Al final, no se trata de elegir entre LinkedIn o una web personal, sino de entender que, en un entorno digital cada vez más competitivo, depender de una sola plataforma es un riesgo innecesario.Si quieres potenciar tu marca personal y destacar en un mundo laboral cambiante, te invito a explorar nuevas estrategias. LinkedIn puede ser una puerta de entrada, pero una página web es el espacio donde realmente puedes dejar tu huella. Y si quieres saber más sobre cómo hacerlo, puedes visitar www.frankcastellanos.com, donde comparto ideas y recursos para construir una presencia digital sólida y auténtica.

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